martes, 27 de julio de 2010

(Título en discusión)

Reglas by Emptiness:

* Ping-Pong EXCLUSIVO poesía/poema.
* NO unipersonal.
* SI reflexiva, existencial, surrealista, simbólica, etc.
* RIMADA (Obligatorio)
* De 8 a 12 lineas por participante.
* Estructura no obligatoria.



Kevin Jaureguy:

Sé lo que estás pensando
ahora que el miedo te agobia,
mientras luchas paralizado
víctima de tu hemofobia

Viendo la sangre correr
y en tu mente solo una idea.
Cierras los ojos para no ver
Y que lo que quiera Dios, que sea.

Vas a sufrir, vas a temer;
vas a morir y volver a nacer.
Descubriendo en tu último suspiro
para qué a este mundo has venido.

Emptiness:

Y habrá respuestas en la muerte
como en la vida preguntas.
Y aprenderás a no ser impaciente
esperando de lo nuevo cierzas.

Irás despacio por caminos ya transitados
recordando direcciones y destinatarios,
No importa si fuiste en otra vida como Judas
o en esta, la pasada o la que viene; Miqueas.

No importa si escribiste odas y poemas
ni si erigiste corazones o plateas,
si viviste en la materia o fuera de ella,
si encontraste la miseria o la belleza.

Kevin Jaureguy:

No olvides alimentar tu alma
por tu afán de perseguir dinero.
Te darás cuenta cuan poco vale
Una vez los últimos lleguen primero.

Como una universal fuerza,
lo que se va; también regresa.
Al momento de romper la cuerda
recordarás tu naturaleza

Emptiness:

Cuando el ultimo árbol sea talado
y el ultimo animal asesinado,
te darás cuenta que el dinero
no sabe a alimento.

¡El boomerang del karma
talando tu semblante
asesinando tu alma
siendo justicia y contra-parte!

Kevin Jaureguy:

Pides al cielo misericordia
y un lugar al cual poder ir
rezas a tus santos por clemencia
temes todo lo dado recibir.

La espada que has empuñado
ha sido una hacedora de muerte
su filo diestro mató a tus enemigos
y el siniestro significó tu suerte.

Viendo la sangre correr
y en tu mente solo una idea.
Cierras los ojos para no ver
Y que lo que quiera Dios; que sea.

**FIN**

lunes, 12 de julio de 2010

Sudáfrica 2010, poesía.

Kevin Jaureguy:

Un mes entero frente a la tevé
adiós trabajo, adiós vida; nada importa.
De aquí en más sólo estaré pendiente
"de once mandriles detrás de una pelota".

Emptiness:

A ver quien destaca, a ver quien a quien golea
a quien le hacen falta dentro del área o fuera,
quemando mi garganta desde mi casa o platea
se detiene mi corazón y el país por esa esfera.


Sardi Mariano:

No sere ni habilidoso ni muy bueno,
tampoco de palo o de madera,
nadie detendrá mi gran sueño,
no habra forma, ni encuentro manera.

Kevin Jaureguy:

Ni el carnicero, tampoco el municipal
nadie trabaja, ¿y cual hay?
Ya lo he dicho:"nada importa"
con tal de que gane Uruguay

¡Mierda! árbitro hijo de puta.
¿Acaso no viste que eso fue faul?
comienzo a dudar que esto sea fraude
entre ti y el pulpo Paul

Emptiness:

Y así sigo dormido en el diazepam
que es este deporte a nivel mundial,
olvido la preocupación mas mundana
¡Explota la garganta, sigue silente el alma!

domingo, 6 de junio de 2010

Quimera literal

Tercer cadáver comenzó 6/mayo

Emptiness 6/mayo

A los ojos que son tan altos como balcones
que de la lejana y negra calle de adoquines,
contemplar mi alma solo se atreve
en un momento y siendo breve


Zedkin 10/mayo

Retiro de mi mente los fugaces pensamientos,
que todo inundan de lagrimas mi mente,
que desbordan a mis ojos con tu recuerdo,
por las noches en vela sin tu cuerpo.


Luís González 13/mayo

Empero, se me hace imposible borrar tu imagen de
mi mente. Y quiero conservar tu recuerdo, que me
satisface a la vez que me atormenta, que me llena
de alegría pero también de molestia. Pero
entonces pienso, que el culpable no soy yo.
No me lamento de tu ida como lo hacen los
pusilánimes. No, lamento que te hayas alejado de
mí, porque no has podido vivir los mejores
momentos de tu vida; ¡has sido tú quien ha
perdido! Y en las noche de velo, me quejo ante el
universo de tu desdicha, de tu error.
¿Qué será de ti en el tribunal kármico, cuando se
te acuse de haber huido de la felicidad? ¿Qué
será de ti antes de tu muerte, cuando vivas en
desgracia, sin saber que habrías podido respirar
en mejor posición?


Kevin 15/mayo

Los años me han dado esa sabiduría, el mirar
hacia atrás con los ojos del tiempo... con una
nueva perspectiva: la
retrospectiva.
¿Que dirías hoy si me vieras?
¿Que dirías...? ¡Vaya mierda de pregunta
retórica!
Ante todo, hoy; encontrándome rodeado de una
corte de adulones y lame botas que solo piensan
en escalar posiciones
dentro de mi círculo de confianza —¡Que vacíos de
espíritu están!— Aún, siento que me queda un
consuelo, el otro
lugar. El lugar donde sientes lo que pienso,
donde escuchas lo que digo, donde lees lo que
escribo; el lugar donde las cosas sucedieron de
forma diferente. Donde tú no te fuiste, y donde
yo no torcí mi camino. El lugar hasta donde
incluso ahora tú y yo somos felices.
Pero ése, naturalmente, no es el universo donde
vivo, y cuando pongo pies en tierra me encuentro
con mis
obligaciones, mis dichas y mis desdichas.
Mi capital, honesta y legalmente ganado en su
mayoría, es una paleta de escasos colores que no
basta para pintar este árido rostro que debo ver
todos las mañanas en el espejo.

Deyler Hernandez Sanchez 18/mayo

Y cuando acabara este suplicio mió, tuyo, será
que el Universo esta de espaldas a nuestro ojos,
será que mientras sonreímos él llora y cuando
reímos él ya no esta para ver nuestros triunfos,
será que la soledad es la presencia de la
ausencia, será que desde que te fuiste de mi
lado, las calles dejaron de tener luz, será que
el sol ha perdido ese dolor de enero, y que se ha
dejado avasallar por la inacabable esencia del
tiempo, será…
-Maldición!-, esta figura retórica no puede
continuar así, siento que me estoy hundiendo en
esta ruma de recuerdos mordaces y de penas
continuas, que tal si mejor me voy a caminar un
rato o a visitar a los amigos, total, esto
siempre me pasa cuando alguien me deja, cuando
alguien me olvida, cuando veo mi bandeja de
entrada vacía siento que estoy muriendo, siento
que he desaparecido en esta ciudad ingrata, en
esta compulsiva ciudad llena de desventuras…
-Maldición!-, otra vez me deje llevar por la
melancolía, que tal si escribiera algo así como
…la mirada pérdida de la joven damisela esperaba
en la ventana y mientras el calor del verano
dejaba discurrir unas gráciles lagrimas, a lo
lejos un caballero…
-¡Ring!, ¡ringg!, ¡ringgg!-, maldición así nunca
voy a terminar nada.
-Pablo, soy yo Emmanuel, necesito el avance del
tercer capitulo, quedamos en que lo mandarías
ayer, pero no veo nada, por favor, recuerda que
ya te hemos adelantado el primer pago…
-Justo te lo enviaba, acabo de subir los archivos
y lo he enviado al correo, no te preocupes…
-Espero que esto sea así, no me gustaría tener
problemas con la editora..-
-Hablamos luego-
-Bye-
Estaba perdido, sin inspiración, con nada en el
papel, con los dedos marchitos y la cabeza
espantada de ideas, sin embargo podría…

Gabriel Aguiar 29/mayo

intentar algo nuevo... dejarme llevar por el
mundo tomando el ofrecimiento de mi viejo amigo
Alejandro que últimamente ya casi no veo..
siempre me consideré un tipo sano y el miedo a la
muerte superaba mis ánsias de exterminarme de la
faz de la tierra, ¡Maldito sea ese sentimiento
irracional q me aferra a esta vida despreciable
que ahora tanto aborrezco! Nunca creí en dioses
ni cielos o infiernos y casi se podrÍa decir que
en nada ni nadie...pero bueno, este es un caso
extremo, y dado que Alejandro siempre está
destilando y creando esas sustancias que podrían
llamarse ilegales, bueno eso si alguien hiciera
estudios concretos sobre ellas, podría
ser...podría ver que resulta, segun los pocos
selectos que las han consumido puede causar
alucinaciones impensadas..solo tengo 2
testimonios, y la verdad que no sé que se hizo de
esa pareja.. bueno, debería de confiar en mi
amigo, después de todo el sigue bien...es decir,
igual..siempre le falto uno que otro
tornillo...¿Habrá perturbado el hastio mi mente a
ese punto? bueno igual ya esta decidido...¡Ay! si
solo estuviera ella, entonces tendría mi
inspiración y no necesitaria nada de esto...
tum, tum, tum,
- Usted se ha comunicado con el telefono 2435948
de Alegandro Derversky el no se encuentra en este
momento, si lo desea deje su mensaje después de
la señal, pip!
(espero q recuerde nuestro codigo)-cuando las
graciles luciernagas mueven el atardecer y la
noche nos encierra con sus alas negras esperare
el dulce aleteo de los recuerdos, solo entonces
ya no necesitaran sus alas para volar en...
¡cloup! -¡hey amigo! ¿como estás? ¡Tanto tiempo!
Gracias por pedirlo así, disculpa que los cuervos
me están rondando aun más que antes, no te
preocupes, tienes suerte, enviaré a alguien de
confianza,debo borrar la cinta antes de los 2
minutos, luego me comunico, suerte! (¡cloup!)
¡Diablos eso fué rápido!...bueno ahora a esperar
un par de horas...supongo...
3:25 AM... tok tok
-¿Quien es?-
_Aqui le dejo sus alas...-

Gibran Bustamante 1/junio

Abrí la puerta despacio y sin prisas, en el
recibidor yacía una pequeña caja común y
corriente a solas a la espera de que alguien la
tomase. La contemple a la escasa luz proveniente
de alguna bombilla cercana, estuve mirándola un
rato inmóvil sin hacer nada, jugando con la idea
de ir sin mas y abrirla, pero el hecho de que la
acción se mostrase tan sencilla de cierta forma
me inhibía al respecto.
Tome la caja y la lleve al comedor donde la
coloque sobre la mesa. Volví a coger el teléfono
y volví a marcar los 7 números del teléfono de
Alejandro, esta vez no hubo respuesta.
“Aquí le dejo sus alas” esas fueron las palabras
que usaron para describir el objeto que dejaron
junto a mi puerta, mis alas, ¿Para ir a donde?,
¿Aletearan a donde yo lo diga? o por el contrario
¿Me elevaran peligrosamente cerca del sol?,
mientras pienso en esto me sobo las sienes que
palpitan bajo las yemas de mis dedos.
Son las 4:32 AM, aun faltan unas horas para que
se asome el sol. A esta hora la conciencia entra
en un estado total de abandono, se va a flotar a
donde quiera que las conciencias vayan a las 4:32
AM, mi cuerpo adormilado se extiende y abre la
caja, mis ojos transmiten imágenes a mi cerebro
del interior vacío de la misma. Y mi boca exhala
en señal de alivio.
Pasan las horas, finalmente el sol despierta y su
luz dilata mis pupilas, cierros los ojos, y me
duermo.





lunes, 3 de mayo de 2010

Madera de hierro

(Deyler parte 1)

12:49 p.m.
Ya va siendo hora de que me escape un momento de esta oficina, la calle bulle de gentes que se dirigen a almorzar, todos enfundados en sus ternos, con las camisas arremangadas para no contaminarse con la monotonía de una vida programada, la sensación térmica se cuela por las ventanas y el aire acondicionado se esfuerza por brindarme la sensación de alivio, de encontrarme en otro lugar, que no sea este quinto piso.

Te vas a demorar, vamos a ir a almorzar a la vuelta, vienes –dijo Julia-,
Aun no acabo, vayan no más, -dije-
Bueno, ya volvemos.

A pesar de que llevaba años en la empresa, no soportaba su aire de condescendencia que tenía con nosotros, siempre me andaba enrostrando sus relaciones fructíferas, habíamos ingresado juntos como practicantes, luego de 6 meses y de muchas relaciones “publicas”, Julia había logrado ocupar un puesto el área de Recursos Humanos, la vida le sonreía y ella se esforzaba por mostrar sus encantadoras piernas, luego y sin aviso ya formaba parte del circulo más prospero de la empresa, aquellos que había dejado la ropa del bazar, por una de diseñador, y luego de muchos escándalos, nunca comentados en público, se había afianzado como la segunda en la escalera que lleva al cielo, hacia la Gerencia.

1:00 p.m.
Estos papeles de mierda, estas cajas por acomodar, estos trabajos inservibles, y ellos allá afuera almorzando…

(Kevin parte 2)

Ver esta montaña de papeles es simplemente desmoralizante.
Formularios de peticiones, la currícula de aspirantes, llamados de personal del mes corriente, quejas internas, la burocracia misma hecha papel sobre mi escritorio.
Aún si me quedase a horas extras, me llevaría semanas terminar con este lío, y aun si lo hiciese en ese tiempo nuevos formularios de peticiones, nuevos llamados a personal, nuevos pedidos de evaluación mas trabajo llegaría en ese tiempo si con suerte no se sumase a al que ya tengo sobre el escritorio.
¿Como hacerle entender a esa Zorra que no veo la hora de largarme de este agujero? ¿Como explicarle que me importa en lo mas mínimo si Roberta de recepción quiere tomarse licencia y necesita remplazo? O si jorge de mantenimiento ha faltado tres días en el último mes, O que si la secretaria de Lara llega tarde por las mañanas. Que no me interesan los test de evaluación de personal, ni dar las entrevistas. Que no soporto las preguntas estúpidas de los nuevos aspirantes en sus períodos de prueba. Que no soporto mi trabajo, que no la soporto a ella...
Julia Charpentié —¡si hasta su nombre se me hace repugnante!— la zorra de recursos humanos, mi jefa.


(Emptiness parte 3)


03.15 p.m

Estúpido el día que deje mi resumé en esta estúpida empresa, - ¡No!, maldito el día que esta zorra se dio cuenta de que era mujer y que con un par de tetas con tendencia hacia las braguetas, hace de llaves a un mundo de ascensos tantos como espermatozoides. Maldita zorra, no estarías donde estas de no ser por tu naturaleza, ¡zorra! Ojala llegase…

- ¿Tenes el informe que me debías de la semana pasada? Sabes que, déjamelo en mi oficina, yo voy hasta abajo a por un cafecin y cuando vuelva lo leo, ¿Dale? - Dijo Julia, mientras parecía en la mueca que lleva por nombre Hipocresía sonreírme -,

- Si, claro -No llegué a decir-,

Te crees la muy muy… ¡clarooo! Hijita de papa, herencia francesa por parte de padre, huequicidad por parte de madre, muy baja como para ser la última en la fila del colegio privado, pero lo suficientemente alta para ser modelo, una escultura con un poco de sobre peso, ¡Ja, modelo!
Si tan solo supieras que a tu chillona voz como de hiena en celo, a tu cabeza despeinada entre tanto cabello y a tu rubio intelecto, solo le quedan horas antes de que no sean más que cobre y silencio.


(Gibran Parte 4)

En 4 horas y 45minutos, 17100 segundos exactamente. La paciencia se escurre de mi al ritmo de la aguja mas pequeña del reloj, podría jurar que escucho el complejo conjunto de engranes dando vueltas dentro de el, los engranes chocando, susurrando entre si, soltando risillas de vez en cuando. ¿De que se ríen? Ellos también son parte de esta vida monótona, me imagino huyendo de su influjo y la idea me reconforta, paciencia, debo ser paciente. Debo enfocarme en el ahora, y ahora mismo necesito el informe de la zorra.

El informe que me pedía se encontraba en algún sitio entre el mar de papeles que era mi escritorio, revolví todo una y otra vez hasta que di con la carpeta azul que buscaba, la abrí para inspeccionar el contenido, pero estaba vacía. Me cubrí el ojo derecho con la palma de la mano como era mi manía en esas situaciones, y entonces lo vi, sobre una montaña de papeles a lado del monitor de mi computadora, una hoja con el encabezado “INFORME GENERAL DE OPERACIONES” debajo de esta el resto de mi informe. Tome todas las hojas y las metí dentro de la carpeta azul, me levante de mi asiento y eche una mirada al reloj de pared de la oficina: 3:42 p.m. Me quite el reloj de pulsera de mi muñeca izquierda y lo sincronice con el de la pared, cuando logre que marcara la hora exacta ya eran las 3:44 p.m. Metí el reloj en mi bolsillo tome la carpeta azul y me dirigí a entregarlo. Cuando me acercaba el estomago me reprocho el haberme saltado la hora de la comida.

(zedkin parte 5)
3:45 pm, mi mirada sobre la puerta de su despacho, el cartel rezaba “Julia Charpentié – Gerente RRHH”. Golpeo a la puerta, una voz demasiado familiar responde desde el interior invitándome a entrar.
Tantos años como compañeros de facultad, tantas veces que la ayude con sus exámenes, tal vez porque yo también deliraba mis noches en vela intentando alcanzar el trofeo de sus piernas....trofeo que ya no deseare nunca mas.
Nuevamente esa horrible vos en mis oídos – Vas a pasar o no? -, abrí la puerta.
Detrás del escritorio su vomitiva presencia me espiaba, sin tomar asiento me acerque y extendí el reporte que tantas molestias me había ocasionado. Espantoso reporte, insignificante perdida de tiempo entre tapas azules.
Sobre la rustica biblioteca de su despacho un horrible reloj metálico marcaba cada instante de tensión, lentamente caían como rocas los segundos mientras sus disgustantes ojos recorrían el papel.
3:58 pm, cuando luego de comprobar nuevamente la hora mi mirada recorrió las paredes cargadas de fotografiás insignificantes de ella con otras personas mas o menos reconocidas, esa misma sonrisa, una y otra vez, insignificante y falsa.
En un instante mis manos oprimían su garganta mientras oía cada lamento de vida escurrirse por sus labios, cada grito ahogado por la presión de mis manos. Ella había levantado la vista luego de mirar el informe, lo había denigrado y no pude contenerme, había saltado sobre el escritorio de cedro, caído sobre su horrible cuerpo y ahogado su voz. Ahora yacía, inerte y silenciosa para siempre. Saque el reloj de mi bolsillo, 4:15 pm, y tome las monedas de mi otro bolsillo y luego de cerrar para siempre sus vacíos ojos, complete el ritual.
Y me aleje de allí, nunca mas volveré a pisar esa oficina, me aleje tranquilo, como si nada hubiera pasado, tan tranquilo me fui que mientras recorría los últimos pasos que me separaban de la ultima puerta, oí los gritos de su secretaria al ver la escena.
Por las ventanas de mi casa, en la oscuridad de mi dormitorio, se ve el mortecino reflejo de las luces policiales, han venido a por mi, o lo que queda de mi.

sábado, 17 de abril de 2010

De Mental

Momento I
(Gibran)

Mi respiración esta agitada y la boca me sabe a sangre, mi sangre. He perdido la cartera, las llaves del auto –un collar color plata del año pasado- y todo animo de seguir caminando entre la “gente normal”. No es que yo me haya convertido en un fenómeno de repente, no, es solo que encontrándome en el lamentable estado en el que estoy –el costoso traje rasgado por aquí y por allá, el cuello con una delgadísima línea de sangre, y el labio inferior partido – me aterra la idea de que algún conocido pudiese verme y reconocerme pues toda la imagen de “intocable” que me he esforzado en crear alrededor mío se vería disuelta. Me frustra la idea de que un vulgar ladrón cualquiera –pues cualquiera puede amenazar a alguien en desventaja con un arma– deshaga mi trabajo, pero de eso ya me encargare después. Por el momento soy un ser extraño que no debe ser visto, un artista desnudo que debe ponerse su atuendo antes de salir a escena, después de todo mi trabajo es pretender, y pretender es lo que mejor se hacer.

Momento II
(Emptiness)

Ahí está de nuevo, ¡esa voz!:

"Tu existencia no es mas que un guión,
de tu vida has hecho una actuación,
juegas en el un papel protagónico
dejando tu alma en estado agónico.

Perfeccionando el arte de la decepción
que incrementa tu enferma adicción
de proyectar un reflejo, una imagen
que ellos los ojos que observan, eligen".

Como la odio... me persigue desde mis años de facultad, esos años dorados donde comencé a ser quien soy, a forjar mi futuro -ahora presente, tal cual lo soñé- pero esa voz... se ha vuelto mi compañera, insoslayable compañera, tanto o más fiel que un can, ¡y nunca me ha de abandonar!. ¿Ah pero que digo? debo ocuparme de lo que me compete, debo...

Momento III
(Camilo)

Aclarar la cabeza.
Necesito salir de acá:
“Tendría que llamar a Pedro... -pienso-. ¡Mejor voy a la policía!”

(Cambio de perspectiva a tercera persona a partir de aquí)

Caminando a un teléfono publico- sigue discutiendo con esas voces
—Hola.
Hola soy yo María, necesito que vengas por mi.
—Bueno tranquilízate dime ¿Dónde estás?
—Estoy en Avellaneda y Rincón -entre llantos y ahogos trataba de decirle…
—No te entiendo. ¡Cálmate! Dime: ¿Qué pasó?. ¿Dónde estás?
—En Avellaneda y Rincón, ven por favor.
—Bueno ya estoy saliendo para ahí.

“Diez minutos se pasaron y no ha llegado, -pensaba- ¡halla viene un auto seguro que es él!”

Se detiene el auto y baja Pedro.
En un llanto seguido de un abrazo se desahoga
— ¿Qué te paso?-
—Un tipo me acaba de robar-
—Bueno vamos a la policía a hacer la denuncia.
—No, no quiero ir en este estado a la policía.
—Bueno vamos a casa y después vemos que hacer.
—Está bien pero no le cuentes a papá ni a mamá.
— ¿Porque no quieres que cuente esto en casa? Son nuestros padres tienen que saberlo.
— ¡No les cuentes! No quiero que se preocupen.
—Está bien solo con la condición de que hagas la denuncia.
—Está bien pero sácame de aquí


Momento IV
(Zedkin)

Se alejaron lentamente, con el dolor de la derrota a flor de piel. Estaba siendo humillado una vez mas, había abandonado su altivez y se había dejado ayudar. Ahora se sentía mas extraño que nunca. No se podía considerar una persona normal, ni nunca lo hizo, pero recurrir a tan burdos medios para solucionar su situación, no, no podía permitírselo.

-Debes marcharte, no es la forma de hacer las cosas.
-Te entiendo, pero porque me has hecho venir?

Camina, mira a su alrededor, confuso, intentando hilvanar sus palabras una a una, buscando una excusa digna de su actuación.

-Luego te explicare, tan solo vete. Y no hables con nadie de esto.

Luego, el encendido de un coche, y su sonido perdiéndose en la distancia.

El estrépito de un cuerpo desplomándose en el suelo, y un grito ahogado, sus manos sujetando, presionando con fuerzas sus sienes.

-¡¡SAL DE ALLÍ!!, ¡¡ DEJAME EN PAZ!!
-Te estamos observando....

La voz sonó como lo haría una plancha de acero desplomándose dentro de una oscura cueva. Sobrenatural y terrible, repitiendo una y otra vez la misma, lacónica, frase...

-Te estamos observando...

De el insoportable dolor junto fuerzas para mirar a su alrededor, y allí, casi imperceptible, como si de un producto de su mente se tratase, una sombra en un rincón, Allí había alguien, de eso no tenia dudas, no esta vez...


Momento V
(Kevin)

—¡Salíd de las tinieblas! —gritó— Os he visto "Bohemio".
Un rostro familiar salió de entre las sombras, una persona que había estado observando desde una perspectiva muy privilegiada todo lo acontecido.
—¡Tu también "Cobarde"! —agregó al momento— sal también de las sombras no te ocultes a mi.

Al momento, otro rostro familiar salió tímidamente de su escondite
>>Tengo unas cosas que deciros a ambos. ¡Primero tú, Cobarde!¿Que demonios has estado haciendo?¿Es que acaso no tienes agallas para defenderte? No, no las tienes en lo mas mínimo. En vez de eso te quedas paralizado como una niña.

>>Y tú, Bohemio ¿Que creías poder logar sermoneando a Cobarde con tu estúpida pedagogía recitada en verso?, ¿Que pretendías lograr?, ¿Que lograste?
En ese momento Bohemio quiso esbozar una palabra en su boca cuando fue interrumpido súbitamente.

_¡Cállate! Estoy hablando yo —gritó—. Lo único que lograste fue que Cobarde haciendo gala de su cobardía llamase por ayuda a Pedro.
>>Escúchenme ambos lo que les voy a decir:

>>No queremos a Pedro cerca. Él sospecha de nuestro trato, sospecha que nosotros tres nos ayudamos. No lo queremos cerca. Y si llega a enterarse tendremos que encargarnos de él. No importa que sea nuestro hermano, debemos cuidarnos entre nosotros ¿Entendieron?

>>Me vi obligado a hacer que se marchase. ¡Tú! Bohemio, anda pensando una excusa para explicar tal comportamiento.
Los otros dos sujetos se miraron entre sí, como esperando que alguno de ellos dijera algo. Pero ninguno se atrevía a reprocharle algo a Ejecutor, Ni Bohemio y mucho menos Cobarde que era un cobarde.
—Ahora caballeros con su permiso —continuó diciendo Ejecutor— Iré a solucionar los problemas en los que ustedes dos se han metido.

Quien hubiera presenciado la charla de esas tres personas hubiera sido testigo de la más espectacular y bizarra actuación jamás vista. Porque eran los tres: Bohemio, Cobarde y Ejecutor la misma persona, o si se quiere tres personas en un solo cuerpo.

Mientras tanto, María, quién ahora era Ejecutor y nadie más que Ejecutor volvía sobre sus pasos desde Avellaneda y Rincón hacia el lugar donde Cobarde había sido atracado. Con una sola idea en su cabeza:
"Encontrar al cretino que lo había hecho"


Momento VI
(Deyler)

Ejecutor caminaba con la mirada de los porteños, que se disputan las mejores minas, los frutos que la naturaleza ha destinado solo a algunos, con una mano en el bolsillo forzaba un puño que estaba a punto de explotar, -regalaba sonrisas por doquier- disimulando su estado de alerta, -tenía una tarea que resolver con el destino y el con el día que ya finalizaba.

Pero, repasemos, -se dijo- venia por Avellaneda y Rincón, mientras intentaba acelerar el paso, sintió un cosquilleo en su hombro derecho, una mano que le tomaba su muy trabajada cintura, (horas entregadas al gimnasio), una voz ronca, le demandaba tener la boca cerrada y el frio del revolver se colaba por su espalada descubierta, todo se dibujaba en aquella remembranza del suceso.
-Ya te dije que te largaras-
-Es inútil, acaso crees que el ladrón te va a venir a recoger y que luego se excusara –reía Bohemio, mientras su rostro dejaba escapar una sutil sonrisa-
-Que tal unas cervezas en el bar de Don Lucho, la oferta definitivamente sonaba tentadora, además el seguro te cubre el auto –acuño Cobarde-
Mientras detenida frente a una vitrina se acomodaba el cabello, vio a lo lejos y acercándose un automóvil que le resultaba familiar, el conductor también le resultaba familiar, -era Pedro-.

Demonios, se dijo para sí y se trago un poco de sangre que aun brotaba de su boca. Esta vez Pedro no venia solo, había una mujer con él, ambos descendieron del carro cerca de María, nuevamente sintió un cosquilleo en el hombro derecho, unas mano que la cogían por cintura, varias voces roncas le demandaba tener la boca cerrada y la fuerza de todos ellos, alegremente vestidos con un color blanco, la tomaban por todas partes, mientras María gritaba el ambiente enrarecido pareció transformarse y tornarse real.

-Señor, es mejor que se vaya al parecer su presencia ha perturbado a su hermana-
-Ahora tendremos que sedarla-, -No queremos problemas-, -¡Por favor!-
-Esta bien, -asentí- pero por favor, cúrenle el labio…
-No se preocupe Señor Avellaneda-

Mientras dejaba el ambiente de visitas del Hospital Psiquiátrico Abelardo Rincón, me agache a recoger el automóvil plateado que María quiso quedarse y que había comprado para mi hijo.

A lo lejos -tres sujetos fornidos sujetaban a María, mientras avanzaba, la oía vociferar -¡sácame de aquí!-,-¡sácame de aquí!-,-¡sácame de aquí!-.